La vida del ser humano se viene influenciando por constantes interpretaciones y juicios presentes o revelados en sus propias fuentes de información. El internet en un gran porcentaje, la televisión y la radio. No obstante los niveles de juicio social y pensamiento crítico en nuestro país, ha venido consolidándose de uso y dominio para los comunicadores y periodistas; representando también un atraso en cuanto nivel de aprovechamiento de los medios se refiere.
La labor periodística, puede ser condicionada bajo el conocimiento, el argumento, el medio, la herramienta y su respectiva difusión. Comentar un resultado de fútbol, luego de una visualización estadística o presencial vía una red social o la televisión; constituye una actitud periodística.
Y es que los medios últimamente no sólo se han limitado a enseñar, sino también a ponernos en el lugar de muchos otros por cuanto formato reality se vienen trabajando. Expuestos ante niños y familias que han tomado por costumbre desarrollar sus cenas frente a un televisor, expuestos muchas veces al desenfreno, al morbo y a la angustia ajena.
La exposición de los medios es por tanto un arma de doble filo, y más que una fuerza bélica, por así llamarla, ha de extender no sólo una actitud frente a la vida o bien un transcurrir entre la supervivencia y los sentimientos cotidianos; estamos hablando de un esfuerzo por las generaciones. Generaciones las cuales han de elegir entre el diálogo concertador o el chisme de todos los días.
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