Luego de haber citado a uno de los mayores exponentes de la pintura y la escultura del país, como lo representa don Fernando de Szyszlo, conviene detenernos y mencionar algunos aspectos en cuanto la labor de perdurar esta manifestación artístico o bien de los esfuerzos por difundirla en los jóvenes.
En nuestro país, salvo en la facultad de arte de la Pontificia Universidad Católica del Perú, no se revela un mayor empeño por profundizar las manifestaciones y publicaciones relativas a la escultura. No hay evidencias concretas de bienales de escultura en nuestro país y mucho menos de concursos. Peligrando las intenciones de este tipo y sobretodo en cuanto su esperanza de ser auspiciada.
Frente a este clima desalentador, aún queda la perspectiva de apostar por los jóvenes aficionados o bien los profesionales que se formaron en escuelas de Europa y que por falta de oportunidades han sucumbido en la ausencia del ejercer o bien la sustitución por otras labores alimenticias.
Escuelas o fundaciones nuevas e independientes que vienen creándose a fuer de 1 cada 10 años, están apostando en el rescate y en la promoción de diversas promesas en el sector artístico. Muchos jóvenes ya están teniendo la posibilidad de ejercer, apoyándose de su muy experimentada formación, por tanto nos queda hasta aquí el difundir estas labores en nuestro entorno cercano, anhelando la pronta inclusión y participación dentro de estas comunidades artísticas.
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