miércoles, 26 de octubre de 2011

Break. Lo que Llegó a Nosotros


Esta obra contó con mucha aceptación; ¿hubo mucho trabajo escénico? ¿demandó mucho en los protagonistas? ¿El mensaje se desarrolló claramente? Son las preguntas que se irán esclareciendo en el presente análisis; un poco de típico espectador y amante de las obras de teatro.

La vida de por sí es un teatro genuino y esta obra supo develarla de forma sencilla y amigable, razón por la cual muchos espectadores la apreciaron y si notaron grandes aportes de trabajo, cada escena que se armaba o transitaba; implicaba la participación y colaboración de los actores.

Esta obra sí demando de los protagonistas. Mucho dominio de sí mismos, mucha seguridad y un adecuado aprovechamiento del espacio, de recrear la escena lo más básico posible y finalmente ser llevados por el argumento principal, por la vida cotidiana que nos castiga y nos sorprende; por lo que ansiamos y dejamos ir de pronto.

Un mensaje que bien pudo valerse de la improvisación; un guión que por momentos no se denotaba pulido. Constituye básicamente el Aquiles de esta obra que causó simpatía y que dio con el blanco: Motivar y transmitir placer al público. Recomendada y valorada iniciativa.

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