viernes, 20 de mayo de 2011

A Sólo Cinco Soles


Pines y demás cositas nos invaden con la fuerza de una ola de Alvin Toffler y nadie se da cuenta del valor que podría aportar a los peruanitos y a las culturas cercanas a nosotros. Todo parte de ingenio sí, de espíritu de colaboración también. Pero hay algo que amerita aún mas su uso: La intencionalidad y funcionalidad.

Si queremos referirnos a la intencionalidad, no es común apreciar recuerdos de fallecidos con detalles monótonos de pines producidos en masa. Pero si a estos objetos se le dota de una mayor opción de uso, como cortaúñas o una lima de hecho el sentido de pertenencia aumenta aún más por ende el valor.

La funcionalidad va depender de cuanto se motive el uso, de las buenas condiciones y del alcance que pueda dar el artista. En este sentido, el nuevo boom de la artesanía debe considerar mantener un staff de asesores que informen y aporten datos relevantes a cultura y valores; que puedan quedar en sus objetos.

Como se puede apreciar, la cultura de la intenionalidad y funcionalidad se viene arraigando poco a poco. Muy pronto se apreciará que en las tiendas, la dependiente quiera justificarse con la ausencia de sus anteojos. Porque muy pronto las artesanías incrementaran su valor de posesión por cuanto la innovación compete a ellas también.

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