miércoles, 23 de febrero de 2011

La Fascinación por las Piedras


No hay estructura que sea inválida para el talento. ¿Qué tal si habláramos de la escultura en piedra? ¿Que tal si a ese tipo de esculturas le damos un tema? ¿Qué tal si a ese tema le damos un standard? ¿Qué tal si de esas especificaciones estándar hacemos un producto? No hay estructura que sea inválida para el talento, el ingenio y la difusión. Precisamente la encontramos en este artículo, en las piedras.

Machu Picchu sigue siendo un misterio y nadie se preocupa más que en sacar una nueva edición de un libro sobre el centenario de su “descubrimiento”. El arte pétreo de los antiguos peruanos cumplió cabalmente sus tres básicos objetivos: Valor cultural, imponencia y posteridad. Pero entre esos misterios, ¿hubo planificación individual o colectiva? ¿hubieron jerarquías o simplemente un común denominador que representaba el mismo trabajo?

Las respuestas nuevamente las encontramos en nuestros picaprederos. Un oficio que ha venido transcendiendo por muchas generaciones. Un oficio silente, artístico, humilde pero profesional. Ver el trabajo de estos hombres es presenciar un proceso formal; presenciar un análisis, una selección, emplear un método, agilizarlo y finalmente obtener un producto final.

Es este producto final del que se obtienen los tan rentables enchapados ( no olvidar que los buenos picapedreros gozan de una buena remuneración) o apostar por la escultura como justamente comentamos al inicio. Esculturas de piedra, esculturas de piedra de animales, escultura de piedras de animales mamíferos a doscientos centímetros cúbicos de volumen; para embellecer el hogar. Muy interesante, ¿verdad?.

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