El arte circense guarda
orígenes muy memorables en la historia universal. Con el correr de los años
este espectáculo de diversión elitista ha ido extendiéndose hasta llegar a los
rincones más alejados, de acceso para públicos cada vez más singulares y de
escasa formación cultural. Sin embargo, esto se ha dado en algunas temporadas.
La anterior alusión
contempla al circo como una actividad destinada para un período de tiempo
(fiestas patrias) en nuestro país. Pero en nuestros días, podemos notar que la
formación del circo o su sola
influencia, ha permitido crear grupos artísticos de renombre e incluso
tradición, los cuales presentan diversos espectáculos en distintos contextos.
La Tarumba, es uno de los
más conocidos, y ya no parece extraño que el sector socioeconómico donde más
concentra sus actividades, es el A y B. Algo adicional que se puede rescatar,
es su diversificación de iniciativas, tal como la enseñanza de talleres
artísticos y de estimulación artística. Dirigidos al mismo sector claro está.
Frente a esta propuesta,
nuevas organizaciones de espectáculos han venido a nuestro país con el fin de
promocionar sus funciones. Como ejemplo tenemos al Circo del Terror, el cual
logró una significativa aceptación. La temática del "circus" es pues, un estilo
que viene creciendo en nuestro medio, del cual no hay que despegar nuestra
atención.
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