Estamos convencidos de que la tradición se hereda y que transcurre sin importar el tiempo. Estamos convencidos que enseñar es parte importante de la vida y que dicho aspecto puede propiciar un estilo o aproximación del arte. En la danza de la Jija observamos un fuerte apego a la costumbre y a la universalidad, mientras que en Cañeros de San Jacinto observamos un despliegue de combinaciones y energías provenientes de influencia; propias de una escuela de danza.
Originaria en la Mancha (España, aunque con el nombre de Jija) esta danza se ha desarrollado desde el siglo XVII en la provincia de Jauja (departamento de Junín). Una danza que evoca la celebración de la siega del trigo y la cebada; en donde intervienen bailarines varones imitando los movimientos de la tarea agrícola.
Por otro lado Cañeros de San Jacinto es una danza folklórica del pueblo de San Jacinto (Chimbote), una danza exigente con un carácter de tributo religioso y que demanda una coordinación constante con la música. Participan en ella hombre y mujeres y sus movimientos gozan de autonomía.
Se podría concluir que en las danzas tradicionales, se busca mantener el estilo y centralizar el ritual en los pasos, a diferencia de las creaciones de escuelas donde hay una constante búsqueda de nuevos estilos y dinámicas, como también ser promueve el que la música sintonice mejor con los movimientos; motivando una coordinación entre los danzantes y una búsqueda de plenitud por parte de cada integrante.
Originaria en la Mancha (España, aunque con el nombre de Jija) esta danza se ha desarrollado desde el siglo XVII en la provincia de Jauja (departamento de Junín). Una danza que evoca la celebración de la siega del trigo y la cebada; en donde intervienen bailarines varones imitando los movimientos de la tarea agrícola.
Por otro lado Cañeros de San Jacinto es una danza folklórica del pueblo de San Jacinto (Chimbote), una danza exigente con un carácter de tributo religioso y que demanda una coordinación constante con la música. Participan en ella hombre y mujeres y sus movimientos gozan de autonomía.
Se podría concluir que en las danzas tradicionales, se busca mantener el estilo y centralizar el ritual en los pasos, a diferencia de las creaciones de escuelas donde hay una constante búsqueda de nuevos estilos y dinámicas, como también ser promueve el que la música sintonice mejor con los movimientos; motivando una coordinación entre los danzantes y una búsqueda de plenitud por parte de cada integrante.
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