martes, 22 de marzo de 2011

Novedades en París, Mas no por Aquí



Los viajeros tienen la gracia de contarnos que una de las tantas cosas que hicieron al visitar Europa, fue asistir a un evento de ópera. Ignorando quizás que por aquí, a la salida del parque que da con el teatro de su distrito, se viene presentando la versión peruana de la misma obra. ¿Ignorancia, falta de cultura o incertidumbre artística? Desarrollemos a continuación estos aspectos.

Si ignoramos algo es por falta de información, o más concretamente en el caso del arte, porque no tenemos la intención de informarnos. Las personas revisan la sección cultural de los diarios, más mentalizados en encontrar la típica frase: “Ingreso libre” que nuevos términos para nuestra vista escasa de diccionarios y escenarios. Puede ser este el caso de la ópera, a propósito de la famosa obra literaria, de la Ópera de los Tres Centavos, de Bertolt BreTch; que de seguro algunos entendido podrían evocar salvando esta ignorancia.

Pero nuestro país adolece de cultura, los híbridos medios de información, se parecen cada vez más a las personas que a los heraldos tecnológicos , que tantas lágrimas de fascinación desataron en nuestras abuelas y de cuantos acontecimientos cumbres, presenciaron nuestros padres. Medios radiales o televisados que se olvidaron al menos de propiciar cultura, salvo pequeñas secuencias de unas horas o bien siendo canales rotulados como tal donde han de primar siempre rostros gordos o desaliñados de nuestros funcionarios de la patria.

Si quisiéramos hablar de la incertidumbre artística, sólo nos basta evocar la típica expresión de un padre de familia al apurar a su esposa e hijas, cual jeque árabe, por que de lo contrario llegarían tarde a la “función”, muy entendida como presentación de una película de cartelera, que después de las carcajadas los lleva a la típica realidad de las menestras y la cotidianidad. Porque es preciso una buena dosis de novedad y porque siempre será saludable conocer un poco más eso que tanto nos puede mover al viejo mundo y que puede estar tan cerca de nosotros, como el robot de la calle o la triste rubia que danza entre semáforos en rojo; como previniéndonos de una esencia tan desafiante, sonora y visual de una opera; del que bien podría recibir más centavos.

Hay Quienes Hablan de Lenguajes



Si no hay solución el debugging continúa. ¿Qué placeres se esconden detrás de las cientos de líneas de código? ¿Qué suma de ánimos no se entremezclan ante una pantalla en blanco dispuesta a ayudarte a conseguir el mejor algoritmo, el mejor módulo, el mejor desarrollo y finalmente una utilizable y perfecta solución? Hablemos de algunos aspectos.

Porque sean técnicos, científicos, intelectuales o motivacionales igual siempre tienden a generar al creador del más insigne y útil monstruo de aplicación de software; pero sin afectar, quitar, agregar o mellar aspectos de actitud a su sencillez como persona. Son estos indicadores como algunas fórmulas artísticas, las que llegan a crecer junto con el desarrollador y que lo pueden llevar y traer de ese mundo infinito y cercano llamado de la creación.

Pero el ser humano que hay detrás de este conglomerado de fantasías y párrafos lógicos, puede sin duda tomar iniciativas innovadoras y peculiares para sus muchas formas de vida. Sea el caso de vida de pareja, de integrante de familia o como ciudadano. Por ejemplo un analista programador, de una reconocida fábrica de software, se dedica a conversar con su esposa todos los viernes por la noche hasta las 2:00 am. O bien la pasión por crear juegos en java le pudo llevar a un profesor de la universidad, a crear un algoritmo que nos acerque más al futuro.

Hay quienes hablan de lenguajes, hay otros que hablan de pasión y otros de innovaciones. Lo cierto es que la tecnología de información nos hermana, aun si no te dediques a la programación.Pero hay que reconocer que tras esas líneas que tanto nos apasionan se esconde la razón de nuestro ser o bien la esencia que nos lleva a ser esos orgullosos padres o esos ingeniosos dioses latinos de estos nuevos tiempos.

Sobre el por que la Publicidad Exige Velocidad



Un creativo nunca duerme y si es así sería después de una ardua jornada de trabajo. El mundo de la creación publicitaria exige mucho pero por sobretodo velocidad. El mundo de hoy y su contemporaneidad (si queremos hablar de sus tendencias del día a día) trata definitivamente de estar a las circunstancias de los mercados.

Los profesionales publicistas han sido testigos con cierta resignación de cómo prestigiosas instituciones nacionales e internacionales han sucumbido a la quiebra. ¿Algunas razones? La salvaje competencia, las lagunas creativas y la falta de reinversión de los accionistas de estas empresas que de seguro confiaron en sus altos márgenes para de inmediato convertirlo en camionetas 4 x 4 o propiedades.

Nuestro país vive sumido a un ligero retraso creativo. No se rumorea sobre los concursos de publicidad ni de los atractivos premios de antaño. El escenario de anunciantes no tiene un férreo posicionamiento y eso es síntoma de que ambos agentes de medios no van trabajando de la mano. Esto no puede ser tan severo, si en nuestro país se concentra el interés por el consumismo y la repetición de la experiencia de compra de parte del espectador.

El día a día se contrasta con las tecnologías de información. Las redes sociales, infestadas de marcas y personas transitan en un juego de seducción donde no subyacen los tecnicismos sino la innovación. El lento avance de la creación publicitaria de nuestro país, no sólo afectará sólo a las empresas, sino también a los futuros profesionales que desecharan sus experiencias técnicas e innovadoras, por la superficialidad de las comunicaciones digitales a expensas de un par de clicks.

Una Pasión Silenciosa


“Por tus obras te reconocerán”, profesa un adagio muy en boca de nuestros parientes mayores. En el mundo de la moda, la facultad del arte no sólo decae en el diseñador; sino en la producción de eventos, en las modelos y el escenario. Son conceptos o ramas de un oficio silencioso, que nos deleita y deslumbra; pero que no siempre nos conducen al artífice principal.

La moda es erotismo y sobretodo es silencio. No hay artista que antes, durante o después no deje de evocar en sus pensamientos, o más diseños o mejores. La perfección es su lenguaje. Un lenguaje que se construye sobre la vida y que es parte fundamental del creador; casi orgánico. Es evidente que en las producciones de eventos, hay todo una jornada extenuante pero a la vez placentera.

En nuestro país, la constante masificación de las creaciones de moda, se traducen en producción de prendas de vestir. Está la incógnita de si estos productores, presentes en los desfiles, llegan a hacer bocetos rápidos para luego producirlos a gran escala. Está la incógnita si es que los modistas, de alguna u otra forma patentan sus creaciones, ante posibles emulaciones artísticas. Nuestro país se llena de incógnitas, mientras la escena de modas se reduce a unos cuantos pocos.

La cultura del buen gusto y del atrevimiento por lo nuevo, deben ser incentivadas desde un acercamiento social, por parte de los creadores y productores de eventos de moda. La aparente suntuosidad de estos eventos sólo motiva la curiosidad de los que pueden; y en nuestro país sólo poquísimos pueden. Pero silencioso y placentero como es, este arte nos seguirá aportando novedades aunque a pasos de tortuga.

El Barrunto Político


Los medios nacionales, tratándose de sacar provecho a los comicios electorales; buscan de todo para captar la atención de los más fuertes candidatos. Son las épocas donde las programaciones o los contenidos de interés se menguan. Son las épocas donde la efervescencia de la actitud de nuestros simpatizantes; nos mueven el piso. ¿Pero dónde quedó el arte? Evaluemos antes un par de casos.

La prensa escrita se viene infestando de publicaciones con alto carácter político e ideológico. Por otro lado hay títulos que llaman la atención al grueso número de desempleados, jubilados y aspirantes a empresarios. Si uno da una breve ojeada, podría tratarse de artículos o informes propios de las páginas del estado peruano, o bien de algunos manifiestos que cayeron a la redacción y que van tal cual.

Un partido político redacta una publicación, en la que su portada ostenta un cadáver de la típica escena de violencia delincuencial. Más adelante y en una pésima calidad de impresión, aparecen las posibles figuras congresales y la candidata del momento como solución definitiva a esos problemas. La sociedad se impregna de este tipo de publicaciones que sólo revelan, mas no mueven una consciencia crítica.

Ambos casos ilustran la falta de valoración de los medios escritos y su mal empleo para la manipulación, el susto y la acción por desconsuelo. Los ciudadanos debemos aprender a asimilar la realidad, sin medias tintas; con un carácter serio y comprometido con el cambio. Así que debemos muy pronto mudarnos de ese barrio llamado populismo.