martes, 26 de octubre de 2010

Historieta

Todos habremos leído alguna vez, algo de Tintín o algo de Mafalda. Este género no es tan simple de describir. Lo que bien hace a la historieta no es ni las ilustraciones ni tanto los temas e historias que se llevan a cabo. Es específicamente la función del personaje dentro de su mundo o sociedad que muchas veces coincide con el nuestro y que muchas veces pareciera que haya sido la razón de su éxito.

Este género pretende no poner en alto a la ilustración, porque al igual que en un género literario que se busca dar un mensaje, lo simple basta y funciona mejor. En ese sentido si la búsqueda del autor es dar un mensaje. O bien como en los otros casos en que se depara una misión en la cual finalmente el personaje es llevado a los medios televisivos o al cine. Tenemos como ejemplo a los cómics y a la serie de manga, este último ha debido su éxito a su sola continuidad de producción, algo injusto porque demandaba sólo la idea de un solo creador; tentado por ofertas económicas.

Un tema o una historia son irrelevantes por si no se precisan ser contadas. No existiría Tintín si la presencia de una unión soviética o no existiría Mafalda sin una Argentina en reconstrucción. No siempre una historieta no será oportuna a nuestras manos si su objetivo es de por sí la forma. Y es que en este género o impacta o no y he ahí su fin.

Es finalmente el valor de sus personajes lo que hace perdurar esta obra. Ya sea en su mensaje, en su posición frente al mundo. En la forma misma de cómo su vida puede llegar a nuestras manos ya nuestras lecturas para inyectarnos eso que es consciencia por vivir. O bien simplemente eso: Vivir.

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