El Cine no siempre viene en tamaño familiar, su concepción no sabe de injusticias y lo saben muy bien quienes comenzaron con cortos y llegaron luego a la inmortalidad bajo una buena carrera de resistencia y un honorífico marcapasos.
En una reciente presentación de trabajos de cortos en la Universidad de Lima , llamado Cortos de Boleto (32 cortos de los que se presentaron 28 , porque cuatro se quedaron dormidos) ; se hizo notorio un tema importante más allá de la búsqueda de la estética y los escenarios: Las llaves.
Pues bien, las llaves resguardan, las llaves encierran, las llaves aíslan, las llaves castigan y nos privan de las cosas y personas que más queremos. Por tanto hay evidencias de que en las creaciones fílmicas de los jóvenes hay cierto encanto por lo oculto, lo inesperado y la aventura por lo desconocido; que es la esencia, el ímpetu por vivir.
Pero también están las llaves que abren, las que unen, las que salvan y las que nos conducen a las cosas y a las personas que más queremos. Por lo tanto el significado de las llaves nos mueve hacia un significado perfecto, justo y coherente del poder. Un poder disponible para todos, un poder que nos hermana, un poder que nos enseña. El poder del cine por ejemplo quien ostenta por décadas un merecido 20 por nuestro entendimiento y deleite; aunque para algunos casos nos haga dormir.
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