domingo, 12 de septiembre de 2010

Al Módico Precio de Un Nuevo Sol


De por sí el arte es libre, libre para quien lo exhibe, libre para quien lo crea. Su valor recae en su presencia, su cotización sólo depende de una persona, quien o bien lo exhiba o bien la crea. Hablemos de un caso peculiar muy cerca al mercado Ceres en el distrito limeño de Ate – Vitarte.

Si por que se exhibe a un valor de un nuevo sol, estaríamos afirmando que posiblemente el creador o el intermediario, debe valerse del nivel cultural de las personas; quienes deben ser capaces de invertir esa módica suma para apreciar arte. ¿Y la crítica a esto? Eso vendría de quienes afirman que las exhibiciones deberían ser libres.

Si por que se venden a un valor de un nuevo sol, podríamos interpretar que posiblemente el creador o el intermediario, debe confiar de la capacidad adquisitiva de las personas, muy poco conocedoras que desean tener un “cuadro bonito” en casa. ¿Alguna objeción a esto? De seguro, la mayoría pensaría en el esfuerzo y tiempo invertido por el artista.

En una realidad como la nuestra, no siempre podremos hablar realmente de creadores o intermediarios. En una realidad infestada de tecnología para ahorrar costos, definitivamente ni existen creadores ni intermediarios; sólo objetivos de supervivencia o simplemente lucro. El arte es libre, libre para crearse, reproducirse y renovarse. Libre de para exhibirse, adecuarse y excluirse. Libre porque puede sobrevivir aún al módico precio de un nuevo sol.

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