La reciente exposición de José Bedia, en el
Centro Cultural España, ha manifestado al conocimiento y quehacer artístico una
forma de expresión muy interesante, basada en el uso de la naturaleza como
símbolo, pero que en la cual interactúan algunos personajes propios de sus
paisajes.
En términos del propio autor, la mezcla de
animales, personas, plantas y fenómenos naturales; han convivido juntos desde
siempre. Precisamente, hay ese afán de conservación, pero a la vez el de
irrumpir los clásicos paradigmas de las leyes naturales y la física. Se crea
así un espacio insuperable, lleno de color y de temática.
Hay un cuadro que devela el ataque de una
anaconda gigante a un grupo de turistas dentro de un bus. La naturaleza del
animal, no es alterada, porque todo se realiza según los cánones biológicos,
sin embargo, la ficción recae en el vehículo transporte, que fue creado por el
hombre. Entonces ese aspecto es el cual se minimiza, en una obra como esta.
En conclusión, podremos afirmar que esta
exposición, busca involucrarnos en el pensamiento de la conservación de
especies y de costumbres propias de nuestras civilizaciones. Este afán
superior, se ve sometido a lo extremo y a la ficción que al parecer todos
apreciamos en los modelos de exhibición como el cine o la televisión. Estamos
finalmente ante una propuesta artística diferente, incierta, pero atractiva a
la vez.
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